Caries en los dientes


La caries es un daño a los dientes causado por los ácidos producidos por la placa (biofilm), un grupo de bacterias presentes de forma natural en la boca.

ACTORES DE RIESGO DE CARIES

 
Las bacterias producen el ácido que destruye el esmalte de los dientes después de consumir los restos de comida, principalmente azúcar. De ahí la importancia de mantener una higiene bucal constante para eliminar cualquier residuo y proteger la región bucal con flúor.

Nuestro cuerpo está constantemente reponiendo los minerales que mantienen la dureza e integridad de nuestros dientes, y la saliva juega un papel importante en este proceso. También ayuda a equilibrar la acidez de la boca, relacionada con la aparición de caries. Por lo tanto, cualquier condición que perjudique la producción de saliva, como la diabetes no controlada y algunos tratamientos de quimioterapia, predispone al problema.

Algunas condiciones que varían de una persona a otra, como la composición de la placa bacteriana y las deficiencias en la producción de esmalte, también aumentan la vulnerabilidad a las caries.

SÍNTOMAS DE CARIES


Los síntomas varían con la evolución de la caries. Inicialmente, una placa bacteriana - una especie de película formada por microorganismos - se forma en el diente, causando manchas blanquecinas y opacas.

En esta etapa, no hay síntomas, pero a medida que el esmalte del diente se deteriora, aparecen manchas oscuras. Sin tratamiento, la lesión progresa, la mancha se hace bastante visible y los tejidos más profundos se ven afectados. Cuando el daño alcanza la dentina (la capa debajo del esmalte), el paciente puede comenzar a sentir sensibilidad y dolor al masticar o al entrar en contacto con el frío. Cuando la infección llega a la pulpa, el núcleo del diente altamente intacto, el dolor es intenso y puede ser continuo.

Sin tratamiento, la caries progresa hasta la inflamación de las encías y la infección puede llegar a la raíz, con la formación de abscesos, la pérdida de dientes y la afectación de los huesos y otros dientes de la región.

A continuación se muestra una representación de las etapas de la caries. Haga clic para ampliar.

DIAGNÓSTICO DE CARIES

 
El diagnóstico de la caries se realiza mediante la visualización y la observación de la textura de la región con instrumentos. Es esencial observar una serie de características para orientar el tratamiento.

Con la ayuda de una iluminación, un espejo y una sonda o explorador dental (un instrumento que se asemeja a un pequeño gancho), el dentista puede analizar si hay caries en el diente, la extensión del daño, si hay cavitación ("agujero") y hasta dónde llega, además de evaluar si la caries está activa o inactiva (es decir, si la lesión está en curso o estancada).

En casos muy específicos, el dentista puede utilizar herramientas auxiliares, como rayos X y pruebas de tinte que ayudan a identificar las caries.


En estados avanzados, donde la caries ya ha alcanzado la pulpa dental, existe el riesgo de infección y formación de abscesos (pus) en la raíz. En el pasado, en esta etapa, la única alternativa era extraer el diente, pero ahora es posible utilizar el tratamiento de conducto. Aunque este procedimiento tiene fama de ser muy doloroso, se realiza bajo anestesia y no difiere mucho del tratamiento de las caries más superficiales.

Los conductos radiculares conectan la pulpa con el hueso de la mandíbula, de ahí la necesidad de un proceso de desinfección a fondo. Después de la anestesia local, el dentista abrirá un agujero en el diente para acceder a la pulpa comprometida. Luego, utilizando una serie de instrumentos, como limas (una especie de broca muy delgada y flexible), brocas rotativas, radiografías, iluminación, microscopio y lupa, el dentista limpiará la región, eliminando todo el tejido pulpar afectado, así como cualquier resto, como restos de obturación y tejido muerto. También se utiliza un líquido que se arroja a la cavidad y luego se aspira para asegurar que la limpieza sea completa.

Finalmente, la cavidad se rellena con una sustancia protectora similar al látex, y luego se restaura el diente. Como se trata de un procedimiento muy completo, puede ser necesario realizar de una a tres visitas al dentista.

PREVENCIÓN DE LA DESCOMPOSICIÓN

 
Los alimentos que contienen azúcar son digeridos y rápidamente transformados en ácidos por las bacterias de la boca. Se estima que en 20 minutos después de la ingestión, los ácidos ya empiezan a actuar sobre los dientes. Por lo tanto, más importante que moderar la cantidad es evitar consumir este tipo de alimentos varias veces al día, ya que se incrementará la frecuencia con la que se producen los ácidos y el tiempo en que los dientes están expuestos a ellos.

Es esencial mantener una higiene oral adecuada. Use el hilo dental, cepíllese los dientes después de las comidas y antes de acostarse, porque durante el sueño estamos bajo la acción de las bacterias durante varias horas.

Visita al dentista al menos una vez al año. La caries no siempre es visible o causa síntomas, y cuanto antes se detecte, más fácil será el tratamiento. Además, no importa lo bien que se haga la higiene, las bacterias en la boca son rápidas, y cuando la placa se endurece y forma sarro - que sólo el dentista puede eliminar - el ambiente es más vulnerable a la irritación y la aparición de caries.

RECOMENDACIONES DE CARIES

 
  • Evite los alimentos ricos en azúcar, como los refrescos y los productos procesados como las galletas rellenas, los pasteles y el chocolate. Como mucho, limita tu consumo a horas específicas del día y cepíllate los dientes después de consumirlos;
  • Los alimentos cítricos y el alcohol contribuyen a aumentar la acidez de la boca, consumidos con moderación;
  • Bebe mucha agua. Ayuda a limpiar la boca y promueve la salivación;
  • Aunque no hay unanimidad sobre el uso del hilo dental antes o después del cepillado, se recomienda usarlo antes, ya que dejarlo para más tarde aumenta el riesgo de no usarlo.

PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LA CARIES

 ¿El azúcar causa caries?

No es el azúcar en sí, pero en realidad está relacionado con la caries. Las bacterias de la boca metabolizan y transforman rápidamente este nutriente en ácido, aumentando el riesgo de caries.

¿Es posible tener caries incluso cepillándose los dientes correctamente?


Sí. Factores individuales (como la producción ineficiente de esmalte) y circunstanciales (como la sequedad de la boca) pueden hacer que incluso una higiene correcta no sea suficiente para prevenir la aparición de caries. En tales casos, es importante consultar a un dentista que analizará el cuadro en detalle y hará las recomendaciones necesarias.

¿Es cierto que no debes enjuagarte mucho la boca después de cepillarte?


Aunque el enjuague puede disminuir la concentración de flúor, esta disminución no suele ser suficiente para reducir significativamente el efecto protector. Excepto en casos muy específicos, de personas que tienden a tener muchas caries, uno o dos enjuagues no dolerán.

¿La caries pasa de una persona a otra?


No. Aunque es un problema relacionado con las bacterias, estos microorganismos existen naturalmente en todas nuestras bocas. Sólo se convierten en un problema cuando no se mantiene una higiene oral adecuada.

¿Todas las caries sin tratar progresan hacia el canal?


No. Hay casos en los que la caries deja de evolucionar espontáneamente y se convierte en caries inactiva. Sin embargo, sólo el dentista puede hacer esta evaluación.


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